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Un implante dental es un tornillo que reemplaza la raíz de un diente cuando éste falla. Al igual que las raíces de los dientes, los implantes dentales se sitúan en la mandíbula y no son visibles una vez que se colocan quirúrgicamente.
Se utilizan para soportar coronas, puentes o dentaduras y por tanto rehabilitar la ausencia de uno o varios dientes.
El lugar y la forma en que se colocan los implantes requiere una evaluación detallada previa del sistema estomatognático. Esto requerirá la toma de registros como son modelos de estudio de la boca y la mordida y radiografías, que pueden incluir escáneres 3D. La planificación garantiza que los implantes dentales puedan colocarse en la posición correcta en el hueso.
La colocación de implantes dentales requiere un procedimiento quirúrgico en el que se crean perforaciones en el hueso para luego colocar los implantes en esos sitios logrando un contacto íntimo con el hueso para que se produzca la oseointegración.
Por lo general, se requieren de dos a seis meses para que se produzca la fusión con el hueso antes de que puedan colocarse sobre ellos las restauraciones definitivas.
Existen bacterias bucales que aprovechan la inflamación de las encías para atravesar tejidos hasta llegar a colocarse en el torrente sanguíneo. Esto favorece la aterosclerosis (endurecimiento de las arterias) e incluso lesionar las válvulas del corazón.
Si no masticamos de una forma correcta, forzamos nuestro aparato digestivo, ocasionando problemas digesticos a largo plazo.
Cuando no mordemos correctamente, es decir, cuando los dientes no contactan adecuadamente al cerrar la boca, la articulación temporomandibular sufre mucho.
La pérdida de uno o varios dientes afectan a nuestra autoestima social y personal, y reducen y dificultan nuestra vida social.
Como podemos observar, los implantes dentales no solo sirven para sustituir una pieza dental, sino para evitar originar problemas a largo plazo a nuestra salud en general. Por esto, les recomendamos reemplazar sus piezas dentales para cuidar su salud.
El implante dental unitario se utiliza para la perdida de una sola pieza dental. Ese diente será sustituido por un implante y una corona (diente)
Son estructuras compuestas por un conjunto de coronas, que se apoyan sobre implantes, en lugar de usar como pilares dientes sanos.
Se requiere de esta solución cuando el paciente ha perdido la totalidad de piezas dentales en en la parte superior o inferior, o bien en ambas.
Se parte desde el mismo punto de partida, hay pérdida de diente en toda una arcada, o en ambas, pero por necesidades propias del paciente hay que usar una prótesis removible. La ventaja sobre la dentadura postiza tradicional es que, al estar sujeta al implante, se reduce la movilidad.
Es importante mantener una buena higiene bucal diaria, incluyendo el cepillado y el uso de hilo dental para controlar la placa bacteriana.
También es importante la visita al odontólogo y al higienista dental regularmente.
Asegurar la integridad de la osteointegración y que las coronas, puentes o dentaduras postizas funcionen adecuadamente.
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